Las Noticias de hoy 23 Julio 2022

Enviado por adminideas el Sáb, 23/07/2022 - 12:01

FRASES DE LA VIDA Para REFLEXIONAR

Ideas Claras

DE INTERES PARA HOY    sábado, 23 de julio de 2022       

Indice:

ROME REPORTS

El Papa encomienda a la Virgen María su "peregrinación penitencial" a Canadá

Francisco exhorta a responder con hechos al amargo grito de la creación

Francisco: “Una teología sapiencial sea la buena noticia de misericordia”

LA NUEVA ALIANZA : Francisco Fernandez Carbajal

Evangelio del sábado: el tiempo de los frutos

“El amor limpio entre un hombre y una mujer” : San Josemaria

Carta del Prelado a propósito del Motu Proprio “Ad charisma tuendum”

Mensaje del Prelado (20 julio 2022)

Motu Proprio “Ad charisma tuendum”: preguntas y respuestas

Agradar a Dios (IV): sé que te encantó, Jesús. Las cosas pequeñas : Diego Zalbidea

El humor y la paz : David Martínez García

¿Tienes un minuto para tus mayores? : Claudio de Castro

  Cerebro y alma.:  José Luis Velayos

Los 10 ladrones de tu energía : Mejorconsalud.com 

En vacaciones disfruta de la lectura con tus hijos : LaFamilia.info

Crece el número de personas transexuales arrepentidas tras someterse a tratamientos de transición de género : Julio Tudela, Nuria Aznar

La modificación de la normativa en la Ley de la Eutanasia posibilita que terceros soliciten la eutanasia para enfermos que no tienen capacidad de decidir : Julio Tudela

Santidad en política : Josefa Romo

La transformación del sufrimiento en alegría​: Juan García. 

No sufrir : Pedro García

Ante los pobres : Jesús Martínez Madrid

Si es cierto han acabado con el ser humano : Antonio García Fuentes

 

ROME REPORTS

 

El Papa encomienda a la Virgen María su "peregrinación penitencial" a Canadá

La mañana de este viernes, 22 de julio, el Santo Padre ha realizado su tradicional visita a la Basílica de Santa María La Mayor, para encomendar a la Salus Populi Romani, su “peregrinación penitencial” a Canadá.

 

Vatican News

“Esta mañana, viernes 22 de julio, el Papa Francisco ha visitado la Basílica de Santa María La Mayor para rezar ante el icono de la Virgen Salus Populi Romani y encomendarle su próximo Viaje a Canadá. Al final regresó al Vaticano”, así informó la Oficina de Prensa de la Santa Sede en un comunicado en el cual da a conocer que, dos días antes de su partida hacia Canadá, el Pontífice visitó la Basílica de Santa María La Mayor para encomendar a la Virgen María su 37º Viaje Internacional, en programa del 24 al 30 de julio de 2022.

 

17/07/2022A Canadá para abrazar a los indígenas en una peregrinación penitencial

Oración silenciosa

Ante el icono de la Virgen María, la Salus Populi Romani, patrona de la Ciudad de Roma, el Papa rezó unos instantes a solas, en silencio, sentado en su silla de ruedas, pidiendo protección y apoyo para lo que describió como una "peregrinación penitencial" que tiene como núcleo la reconciliación entre la Iglesia y los pueblos indígenas canadienses, víctimas en el pasado de políticas de asimilación perpetradas también por institutos religiosos católicos.

Una tradición desde el inicio de su pontificado

Recordamos que, desde el inicio de su pontificado, en marzo de 2013, el Papa Francisco, antes y después de cada Viaje Internacional, se detiene durante varios minutos en oración ante el icono mariano que se conserva en la capilla Borghese, tan querida por el pueblo de Roma. Se han realizado más de 60 visitas a esta Basílica mariana. Con motivo de su viaje a Canadá, el Papa viajó dos días antes (y no la víspera) de su salida de Roma a Edmonton, donde llegará en la tarde (hora italiana) del domingo 24 de julio. El Papa Francisco permanecerá en el país hasta el día 30, visitando no sólo Edmonton. sino también las ciudades de Maskwacis, Quebec e Iqaluit.

 

 

Francisco exhorta a responder con hechos al amargo grito de la creación

Este jueves 21 de julio, se difundió el mensaje del Santo Padre para la Jornada Mundial de Oración por el Cuidado de la Creación, prevista para el 1º de Septiembre.

 

Sebastián Sansón Ferrari – Ciudad del Vaticano

“Escucha la voz de la creación”: ese es el tema y la invitación del Tiempo de la Creación de este año. Así comienza el mensaje del Papa, firmado el 16 de julio en San Juan de Letrán, para este período ecuménico, recuerda, que va del 1º de septiembre al 4 de octubre, terminando con la fiesta de San Francisco de Asís. Fue publicado hoy, jueves 21 de julio, por la Oficina de Prensa de la Santa Sede.

Escucha y descarga el informe

Según Francisco, “es un momento especial para que todos los cristianos recemos y cuidemos juntos nuestra casa común. Inspirado originalmente por el Patriarcado ecuménico de Constantinopla, este tiempo es una oportunidad para cultivar nuestra “conversión ecológica”, una conversión alentada por san Juan Pablo II como respuesta a la “catástrofe ecológica” anunciada por san Pablo VI ya en 1970”.

“Si aprendemos a escucharla, notamos una especie de disonancia en la voz de la creación. Por un lado, es un dulce canto que alaba a nuestro amado Creador; por otro, es un amargo grito que se queja de nuestro maltrato humano”, escribe el Pontífice.

Los clamores de la tierra, de los pobres y de los nativos

Francisco considera que el dulce canto de la creación va acompañado de un amargo grito, “o más bien, por un coro de clamores amargos”. En primer lugar, dice que es la “hermana madre tierra la que clama”, que “a merced de nuestros excesos consumistas, ella gime y nos suplica que detengamos nuestros abusos y su destrucción”. En segundo lugar, expresa que también “son los más pobres entre nosotros los que gritan”, quienes, “expuestos a la crisis climática, los pobres son los que más sufren el impacto de las sequías, las inundaciones, los huracanes y las olas de calor, que siguen siendo cada vez más intensos y frecuentes”.

También gritan, afirma Francisco, “nuestros hermanos y hermanas de los pueblos nativos” y explica, citando el punto 9 de su exhortación apostólica postsinodal “Querida Amazonía”, que, debido a los intereses económicos depredadores, los territorios ancestrales de los pueblos originarios están siendo invadidos y devastados por todas partes, lanzando –dice- “un clamor que grita al cielo”.

“Debemos arrepentirnos y cambiar los estilos de vida”

Al escuchar estos gritos amargos, el Papa urge al arrepentimiento y al cambio de los estilos de vida y los sistemas perjudiciales. A su vez, observa el estado de degradación de nuestra casa común, que, considera, “merece la misma atención que otros retos globales como las graves crisis sanitarias y los conflictos bélicos”.

Después, se detiene en el compromiso de las personas de fe, “de actuar, en nuestro comportamiento diario, en consonancia con esta necesidad de conversión, que no es sólo individual: «La conversión ecológica que se requiere para crear un dinamismo de cambio duradero es también una conversión comunitaria» (ibíd., 219)”.

Adhesión de la Santa Sede a la Convención sobre clima y Acuerdo de París

El Sucesor de Pedro alude, además, a la cumbre COP27 sobre el clima, que se celebrará en Egipto en noviembre de 2022, y la califica de la próxima oportunidad para impulsar juntos una aplicación efectiva del Acuerdo de París. “Es también por esta razón que recientemente he dispuesto que la Santa Sede, en nombre y representación del Estado de la Ciudad del Vaticano, se adhiera a la Convención Marco de la ONU sobre el Cambio Climático y al Acuerdo de París, con la esperanza de que la humanidad del siglo XXI «pueda ser recordada por haber asumido con generosidad sus graves responsabilidades» (ibíd., 165)”, subraya el Obispo de Roma.

El Papa insiste en la necesidad de “convertir los modelos de consumo y producción, así como los estilos de vida, en una dirección más respetuosa con la creación y con el desarrollo humano integral de todos los pueblos presentes y futuros; un desarrollo fundamentado en la responsabilidad, en la prudencia/precaución, en la solidaridad y la preocupación por los pobres y las generaciones futuras”. Para él, “la transición que supone esta conversión no puede dejar de lado las exigencias de la justicia, especialmente para los trabajadores más afectados por el impacto del cambio climático”.

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08/07/2022La Santa Sede adhiere a la Convención sobre el Clima y al Acuerdo de París

"Escuchemos el amargo grito de la creación"

Francisco repite su llamado, “en nombre de Dios a las grandes corporaciones extractivas —mineras, petroleras—, forestales, inmobiliarias, agro negocios, que dejen de destruir los bosques, humedales y montañas, dejen de contaminar los ríos y los mares, dejen de intoxicar los pueblos y los alimentos”, como manifestó en su videomensaje a los movimientos populares el 16 de octubre de 2021.

“En este Tiempo de la Creación, recemos para que las cumbres COP27 y COP15 puedan unir a la familia humana (cf. ibíd., 13) para abordar con decisión la doble crisis del clima y la reducción de la biodiversidad”, es el augurio del Santo Padre.

“Recordando la exhortación de san Pablo de alegrarse con los que se alegran y llorar con los que lloran (cf. Rm 12,15), lloremos con el amargo grito de la creación, escuchémoslo y respondamos con hechos, para que nosotros y las generaciones futuras podamos seguir alegrándonos con el dulce canto de vida y esperanza de las criaturas”, concluye el Pontífice.

Tiempo de la Creación 2022 

El Movimiento Laudato si' informó que líderes cristianos de todo el mundo se reunieron el miércoles 23 de febrero de 2022 para anunciar oficialmente el Tiempo de la Creación 2022, la celebración ecuménica anual que une a los 2.400 millones de cristianos del mundo en oración y acción por nuestro hogar común.

 

Francisco: “Una teología sapiencial sea la buena noticia de misericordia”

 

El Santo Padre envió un videomensaje a la Red Católica Pan-Africana de Teología y Pastoral con ocasión del II Congreso Católico Panafricano sobre teología, sociedad y vida pastoral, en curso del 19 al 22 de julio en Nairobi, Kenia.

 

Sebastián Sansón Ferrari – Ciudad del Vaticano

“Es un signo de esperanza que teólogos, laicos, sacerdotes, religiosos, religiosas, obispos hayan tomado la iniciativa de caminar juntos”. Estas son las palabras del Papa Francisco en un videomensaje a la Red Católica Panafricana de Teología y Pastoral que efectúa su Segundo Congreso Católico Panafricano sobre teología, sociedad y vida pastoral del 19 al 22 de julio en Nairobi, Kenia, en la Universidad Católica del Este de África.

“Juntarse para discernir qué nos dice Dios hoy, no solo para atender las necesidades desafiantes, ciertamente, sino también para hacer realidad los sueños africanos (sueños sociales, culturales, ecológicos y eclesiales) es ya señal de  una Iglesia Africana en salida”, expresa el Pontífice, animándolos a seguir adelante.

El Papa recuerda sus visitas a África, en las que siempre le ha impresionado la fe y resiliencia de esos pueblos, dice. “Como comenté durante mi viaje a la República Centroafricana en 2015, ‘África siempre nos sorprende’”, evoca. “Hagan surgir lo mejor de ustedes en estas reflexiones para que sea sorpresa, para que nazca esa creación africana que nos da una sorpresa a todos. Porque África es poesía”, añade el Sucesor de Pedro.

En efecto, el lunes 30 de noviembre de 2015, en la conferencia de prensa del Santo Padre durante el vuelo de regreso a Roma, Francisco expresó que “para mí, África ha sido una sorpresa. He pensado: Dios nos sorprende, pero África también nos sorprende”, y luego se refirió a varios momentos que le impresionaron.

“Sigamos adelante, juntos”

Para el Obispo de Roma, “la sabiduría de los ancestros africanos nos recuerda para esta importante convocatoria que ‘las montañas nunca se encuentran, pero la gente sí’”. “Sigamos adelante, juntos, acompañándonos, ayudándonos y creciendo juntos”, es el aliento de Francisco.

Luego, el Santo Padre augura que “una teología sapiencial, como ustedes proponen, sea la buena noticia de misericordia para los pobres y alimenta a las personas y comunidades en su lucha por la vida, la paz y la esperanza”.

Les desea que “el Espíritu Santo los inspire, que de este congreso salgan caminos que la Iglesia necesita: caminos de conversión misionera, ecológica, de paz, de reconciliación y de transformación de todo el mundo”.

“Y a todos les bendigo.  Que Dios nos bendiga. Que la Virgen nos acompañe.  Y, por favor, no se olviden de rezar por mí”, concluye.

Sobre la Red Panafricana de Teología y Pastoral Católica

La Red surgió del proyecto “Catolicismo Africano” que se lanzó en noviembre de 2015. Actualmente tiene su sede en el Centro para el Catolicismo Mundial y la Teología Intercultural (CWCIT) de la Universidad DePaul y cuenta con 187 miembros activos, entre los que se encuentran estudiosos africanos de campos muy diversos y trabajadores pastorales de primera línea que también se dedican a una variedad de ministerios, según informa el sitio web de la Universidad Católica del Este de África.

El Proyecto Catolicismo Africano fue un esfuerzo de colaboración internacional con el objetivo general de ampliar la producción y distribución de recursos académicos y pastorales de los católicos africanos. Entre sus objetivos, destacan los de fomentar la colaboración entre los estudiosos católicos que trabajan en África y entre éstos y los estudiosos que trabajan en el hemisferio norte; apoyar el trabajo de los académicos africanos que enseñan en instituciones con pocos recursos en África; promover el trabajo interdisciplinario entre los estudiosos del catolicismo africano; producir trabajos académicos; garantizar la continuidad de la erudición africana mediante la tutoría de la próxima generación de académicos católicos africanos.

Además del Congreso bianual, la Red se esfuerza por desarrollar una fuerte alianza con los líderes de la Iglesia y sus hermanos y hermanas, a través de investigaciones y publicaciones críticas, creativas y transformadoras. También se preocupan por la defensa de las necesidades de nuestro tiempo, “atendiendo a los gritos de la tierra, de los pobres, de las mujeres en África y de nuestras esperanzas, dolores y sueños mientras trabajamos por un nuevo cielo y una nueva tierra realizados a través de las obras de nuestras cabezas, corazones y manos”, explican.

 

 

LA NUEVA ALIANZA

— La alianza del Sinaí y la Nueva Alianza de Cristo en la Cruz.

— La renovación de la Alianza: la Santa Misa.

— Amar el Sacrificio del altar.

I. Leemos en el libro del Éxodo1 que cuando Moisés bajó del Sinaí dio a conocer al pueblo los mandamientos que había recibido de Dios. Los israelitas se obligaron a cumplirlos y Moisés los puso por escrito. A la mañana siguiente edificaron un altar en la parte más baja de la montaña y alzaron doce piedras, en memoria de las doce tribus de Israel. Inmolaron unas víctimas con cuya sangre ratificaron la Alianza que Yahvé realizaba con su pueblo. Mediante este pacto, los israelitas se comprometían a cumplir los preceptos divinos recibidos por Moisés en el Sinaí, y Yahvé, con amor paternal, velaría por su pueblo, elegido entre todos los pueblos de la tierra. El rito se realizó a través de la sangre, símbolo de la fuente de la vida. Se roció sobre el altar, que representaba a Dios y después de leer Moisés solemnemente y en voz alta el «libro de la Alianza», roció al pueblo. La aspersión con la sangre expresaba esta unión especial de Yahvé y su pueblo2.

Tan importante es este acontecimiento que ha de ser recordado y renovado en muchas ocasiones3. El pueblo romperá incontables veces el pacto, pero Dios no se cansa de perdonar y de amar; no solo perdona: anuncia por los Profetas, una y otra vez, la nueva Alianza en la que mostrará su infinita misericordia4. Por la Sangre de Cristo, derramada en la Cruz, se sellará el nuevo y definitivo pacto anunciado, que une estrechamente a Dios su nuevo pueblo, la humanidad entera, llamada a formar parte de la Iglesia. El sacrificio del Calvario fue un sacrificio de valor infinito que estableció unas relaciones completamente nuevas e irrevocables de los hombres con Dios.

«¿Deseas descubrir (...) el valor de esta sangre?, pregunta San Juan Crisóstomo. Mira de dónde brotó y cuál sea su fuente. Empezó a brotar de la misma Cruz y su fuente fue el costado del Señor. Pues muerto ya Jesús, dice el Evangelio, uno de los soldados se acercó con la lanza, y le traspasó el costado, y al punto salió agua y sangre: agua, como símbolo del Bautismo; sangre, como figura de la Eucaristía. El soldado le traspasó el costado, abrió una brecha en el muro del templo santo, y yo encuentro allí el tesoro escondido y me alegro con la riqueza hallada»5. Esta riqueza la encontramos cada día en la Santa Misa, donde el cielo parece unirse con la tierra, ante el asombro de los mismos ángeles, y allí nos unimos con Cristo en una intimidad real y verdadera; el antiguo pueblo elegido jamás pudo imaginar algo semejante. «Te suplico, dulcísimo Jesucristo –le decimos al Señor con una antigua oración para la acción de gracias de la Misa–, que tu Pasión sea la virtud que me fortalezca, proteja y defienda; tus llagas sean para mí manjar y bebida con las cuales me alimente, embriague y deleite; la aspersión de tu sangre me purifique de todos mis delitos; tu muerte sea para mí vida permanente, tu Cruz sea mi eterna gloria...»6.

II. Vienen días, palabra de Yahvé, en los que Yo haré una alianza nueva con la casa de Israel y la casa de Judá; no como la alianza que hice con sus padres, cuando los saqué de la tierra de Egipto...7. En la Última Cena, el Señor anticipó lo que más tarde llevaría a cabo al morir. En aquella acción mostró a sus discípulos lo que quería hacer e hizo en la Cruz: la entrega de su Cuerpo y de su Sangre por todos. La Cena es la anticipación del sacrificio de la Cruz8Este cáliz es la Nueva Alianza en mi sangre; cuantas veces lo bebáis, hacedlo en conmemoración mía9, palabras del Señor que recoge San Pablo en la primera Carta a los Corintios escrita unos veintisiete años después de aquella noche memorable, y que se guardaban en el seno de la Iglesia como un tesoro.

La palabra conmemoración recoge el sentido de la palabra hebrea que se utilizaba para designar la esencia de la fiesta judía, como recuerdo o memorial de la salida de Egipto y de la Alianza hecha por Dios en el Sinaí10. Con estos ritos, los israelitas no solo recordaban un acontecimiento pasado, sino que tenían conciencia de actualizarlo o revivirlo, para participar en él a lo largo de todas las generaciones. Cuando Nuestro Señor manda a los Apóstoles haced esto en conmemoración mía, no les dice simplemente que recuerden aquel momento único de la Cena memorable, sino que renueven su sacrificio del Calvario, que está ya anticipadamente presente en aquella Cena.

Ahora, cada día, en todo el mundo, se renueva esta Alianza siempre que se celebra la Santa Misa. En cada altar se re-presenta, es decir, se vuelve a hacer presente, de modo misterioso pero real, el mismo sacrificio de Cristo en el Calvario: se realiza en el presente, aquí y ahora, la obra de nuestra Redención que Cristo realizó allí y entonces, como si desapareciesen los veinte siglos que nos separan del Calvario. El carácter de Nueva Alianza del Sacrificio Eucarístico se pone particularmente de manifiesto en el momento de la Consagración11. En esos instantes hemos de expresar, de modo más consciente, nuestra fe y nuestro amor.

Un autor antiguo daba estas recomendaciones al sacerdote que celebra, y que, con la oportuna acomodación, nos pueden ayudar a todos a vivir con más intensidad de fe y de amor ese momento tan grande. Una vez pronunciadas las palabras que hacen presente a Cristo sobre el altar, «penetra con los ojos de la fe en lo que se esconde bajo las especies sacramentales; arrodillándote entonces, mira con los ojos de la fe al ejército de los ángeles que te rodea, y adora con ellos a Cristo con una reverencia tan profunda que humilles tu corazón hasta el abismo. En la elevación, contempla a Cristo elevado en la Cruz, y pídele que traiga a Sí todas las cosas. Haz actos intensísimos de las diversas virtudes, ora unos, ora otros, de fe, de esperanza, de amor, de adoración, de humildad..., diciendo con la mente: “¡Jesús, Hijo de Dios, ten compasión de mí! Señor mío y Dios mío. Te amo, Dios mío, y te adoro con todo mi corazón y sentimientos”. Puedes también renovar la intención por la que celebras y ofrecer lo ya consagrado según los cuatro fines. Pero de modo especial, cuando elevas el cáliz, acuérdate con dolor y lágrimas de que la sangre de Cristo fue derramada por ti y de que con frecuencia tú la has despreciado; adórale en compensación por los desprecios pasados»12.

Nuestra fe y nuestro amor han de quedar fortalecidos particularmente en esos momentos de la Consagración.

III. ¡Qué deseables son tus moradas, Señor de los ejércitos! Mi alma se consume y anhela los atrios del Señor13. ¡Con qué amor y reverencia hemos de acercarnos a la Santa Misa! Allí está el manantial sublime de las gracias siempre nuevas, al que deben venir todas las generaciones que van sucediéndose en el tiempo para encontrar la fortaleza en el largo camino hacia la eternidad14. Allí encontramos la gracia, y al Autor mismo de toda gracia15.

Cuando nos preparemos para celebrar o para participar del Santo Sacrificio del altar, hemos de hacerlo de un modo tan intenso y tan activo que estrechamente nos unamos con Jesucristo, Sumo Sacerdote, según lo que nos indica San Pablo: Habéis de tener en vuestros corazones los mismos sentimientos que tuvo Jesús en el suyo16, y ofrezcamos el Santo Sacrificio juntamente con Él y por Él, y con Él nos ofrezcamos también nosotros mismos17. Y para cuidar esa íntima unión con Jesucristo en la Santa Misa nos ayudará mucho el esmero en la participación exterior en la Liturgia, que ha de ser consciente, piadosa y activa, con recta disposición de ánimo, poniendo el alma en consonancia con la voz y colaborando con la gracia divina18. Prestaremos delicada atención a los diálogos y a las aclamaciones, haremos actos de fe y de amor en los breves silencios previstos, pediremos a la Santísima Virgen que nos enseñe a estar particularmente vigilantes, con la vigilancia del amor, en el momento de la Consagración, al recibir en nuestra alma a Jesús... No echaremos en olvido el valor de la puntualidad, delicada atención para con el Señor y para con los demás, el modo de vestir, con sencillez pero con la dignidad que tal acción requiere, pues «no ama a Cristo quien no ama la Santa Misa, quien no se esfuerza en vivirla con serenidad y sosiego, con devoción, con cariño. El amor hace a los enamorados finos, delicados; les descubre, para que los cuiden, detalles a veces mínimos, pero que son siempre expresión de un corazón apasionado. De este modo hemos de asistir a la Santa Misa. Por eso he sospechado siempre que, los que quieren oír una Misa corta y atropellada, demuestran con esa actitud poco elegante también, que no han alcanzado a darse cuenta de lo que significa el Sacrificio del altar»19.

La acción de gracias después de la Misa completará esos momentos tan importantes del día, que tendrán una influencia decisiva en el trabajo, en la vida familiar, en la alegría con que tratamos a los demás, en la seguridad y confianza con que vivimos la jornada. La Misa, así vivida, nunca será un acto aislado, sino alimento de nuestras acciones; les dará unas características peculiares, las que corresponden y definen a un hijo de Dios que vive como tal en medio del mundo, corredimiendo con Cristo.

Procuremos encontrar a Nuestra Señora en la Santa Misa, que es como una prolongación del Calvario, donde Ella acompañó a su Hijo en el dolor, ofreciéndose al Padre. Ofrezcamos a Jesús, y nosotros con Él, por medio de Santa María, que de un modo muy particular se halla presente en el Santo Sacrificio: «¡Padre Santo! Por el Corazón Inmaculado de María os ofrezco a Jesús, vuestro Hijo muy amado, y me ofrezco yo mismo en Él, con Él y por Él a todas sus intenciones y en nombre de todas las criaturas»20.

1 Primera lectura. Año I. Ex 24, 3-8. — 2 Cfr. B. Orchard y otros, Verbum Dei, vol I, in loc. — 3 Cfr. 2 Sam 7, 13-16, 28, 69; Jos 24, 19-28. — 4 Cfr. Jer 31, 31-34; Ez 16, 60; Is 42, 6. — 5 San Juan Crisóstomo, Catequesis bautismales, III, 19. — 6 Preces selectae, Adamas Verlag, Colonia 1987, p. 20. — 7 Jer 31, 31.— 8 Cfr. M. Schmaus, Teología dogmática, vol. VI p. 244. — 9 1 Cor 11, 25. — 10 Cfr. Sagrada Biblia, Epístolas de San Pablo a los Corintios, EUNSA, Pamplona 1984, nota a 1 Cor 11, 24. — 11 Cfr. B. Orchard y otros, loc. cit. — 12 Card. J. Bona, El sacrificio de la Misa, pp. 145-146. — 13 Salmo responsorial. Año II. Sal 83, 2-3. — 14 Cfr. R. Garrigou-Lagrange Las tres edades de la vida interior, vol. I, p. 131. — 15 Cfr. Pablo VI, Instr. Eucaristicum Mysterium, 25-III-1967, 4. — 16 Cfr. Flp. 2, 5 — 17 Cfr. Pío XII, Enc. Mediator Dei, 20-XI-1947. — 18 Cfr. Conc. Vat. II, Const. Sacrosanctum Concilium, 48 y 11. — 19 San Josemaría Escrivá, Es Cristo que pasa, 92. — 20 P. M. Sulamitis, Ofrenda del Amor Misericordioso, Salamanca 1931.

 

Evangelio del sábado: el tiempo de los frutos

Comentario del sábado de la 16.ª semana del tiempo ordinario. “Arrancad primero la cizaña y atadla en gavillas para quemarla; el trigo, en cambio, almacenadlo en mi granero”. En el tiempo de esta vida cultivemos con paciencia y generosidad los dones recibidos, para que Él recoja los frutos en el momento oportuno.

23/07/2022

Evangelio (Mt 13, 24-30)

En aquel tiempo, Jesús propuso otra parábola al gentío: “El Reino de los Cielos es como un hombre que sembró buena semilla en su campo. Pero, mientras dormían los hombres, vino su enemigo, sembró cizaña en medio del trigo y se fue. Cuando brotó la hierba y echó espiga, entonces apareció también la cizaña. Los siervos del amo de la casa fueron a decirle: «Señor, ¿no sembraste buena semilla en tu campo? ¿Cómo es que tiene cizaña?» Él les dijo: «Algún enemigo lo habrá hecho». Le respondieron los siervos: «¿Quieres que vayamos a arrancarla?» Pero él les respondió: «No, no vaya a ser que, al arrancar la cizaña, arranquéis también con ella el trigo. Dejad que crezcan juntos hasta la siega. Y al tiempo de la siega les diré a los segadores: “Arrancad primero la cizaña y atadla en gavillas para quemarla; el trigo, en cambio, almacenadlo en mi granero».”


Comentario

Seguramente, a todos nos interpela con fuerza la existencia del mal. De hecho, es el motivo que muchos aducen para poner en duda la existencia de Dios, porque no ven compatibilidad posible entre su Bondad y las cosas malas que suceden. Del mismo modo, muchos creyentes asisten a complejos escenarios y flagrantes injusticias, mientras parece que el Señor está cruzado de brazos.

Jesús, con la parábola del buen trigo y la cizaña, que Él mismo explicó (aunque esa parte no aparece en el evangelio de hoy), revela la razón y el significado de esta trágica realidad. Así, nos hace ver que Dios no es ajeno ni ingenuo: el Señor tiene delante de los ojos toda la maldad de la historia, no la niega ni la desconoce. Y un día la va a juzgar: “No se engañen: de Dios nadie se burla. Cada uno cosecha lo que siembra” (Gálatas 6, 7).

De hecho, esta parábola de Jesús afirma rotundamente que existe el mal, que está presente en la vida de los hombres. Al mismo tiempo, declara que no puede provenir de Dios. Es otro el que ha sembrado esa semilla: “La cizaña son los hijos del maligno y el enemigo que la sembró es el diablo” (Mateo 13, 38).

¿Por qué Dios no arranca la cizaña? Jesús nos lo deja claro: arrancarla implicaría llevarse consigo el buen fruto sembrado por Él: la libertad. El Señor no interviene como nos parece a nosotros, en parte porque quiere intervenir a través de nosotros: “la buena semilla son los hijos del Reino” (Mateo 13, 38). Quitar a la humanidad la posibilidad de hacer el mal, implicaría también arrancar la libertad de hacer el bien, la libertad de amar.

Con extrema simplicidad, pero con gran profundidad, el Señor nos está mostrando que toda la historia humana, por compleja que sea, tendrá un instante definitivo: el trigo será separado de la cizaña. Pero ese momento no lo decidimos nosotros: lo decide Dios, que conoce los tiempos de la cosecha.

Lo que a nosotros corresponde es, a pesar de los pesares, cultivar con paciencia todo lo hermoso, bello y grande que nos entregó Dios y dejar los resultados en sus manos. Paga a cada uno según sus obras: “Porque has guardado mi mandato de perseverar, yo también te guardaré a la hora de la tentación que va a venir sobre todo el mundo, para probar a los habitantes de la tierra. Voy enseguida. Conserva lo que tienes, para que nadie arrebate tu corona” (Apocalipsis 3, 10-11).

 

 

“El amor limpio entre un hombre y una mujer”

Admira la bondad de nuestro Padre Dios: ¿no te llena de gozo la certeza de que tu hogar, tu familia, tu país, que amas con locura, son materia de santidad? (Forja, 689)

23 de julio

Y ahora, hijos e hijas, dejadme que me detenga en otro aspecto –particularmente entrañable– de la vida ordinaria. Me refiero al amor humano, al amor limpio entre un hombre y una mujer, al noviazgo, al matrimonio. He de decir una vez más que ese santo amor humano no es algo permitido, tolerado, junto a las verdaderas actividades del espíritu, como podría insinuarse en los falsos espiritualismos a que antes aludía. Llevo predicando de palabra y por escrito todo lo contrario desde hace cuarenta años, y ya lo van entendiendo los que no lo comprendían.

El amor, que conduce al matrimonio y a la familia, puede ser también un camino divino, vocacional, maravilloso, cauce para una completa dedicación a nuestro Dios. Realizad las cosas con perfección, os he recordado, poned amor en las pequeñas actividades de la jornada, descubrid –insisto– ese algo divino que en los detalles se encierra: toda esta doctrina encuentra especial lugar en el espacio vital, en el que se encuadra el amor humano. (Conversaciones con Mons. Escrivá de Balaguer, 121)

 

 

Carta del Prelado a propósito del Motu Proprio “Ad charisma tuendum”

Mons. Fernando Ocáriz, prelado del Opus Dei, escribe acerca del Motu Proprio “Ad charisma tuendum” (“Para tutelar el carisma”) del Papa Francisco.

Mons. Fernando Ocariz, prelado del Opus Dei

22/07/2022

Queridísimos: ¡que Jesús me guarde a mis hijas y a mis hijos!

Se ha hecho público esta mañana el Motu proprio del Papa Francisco Ad charisma tuendum, con el que se modifican algunos artículos de la Constitución Apostólica Ut sit, para adaptarlos a la normativa fijada por la reciente Constitución Apostólica Praedicate Evangelium, sobre la Curia romana. Se trata de una concreción de la decisión del Santo Padre de encuadrar la figura de las prelaturas personales en el Dicasterio del Clero, que aceptamos filialmente.

El Santo Padre nos alienta a fijar la atención en el don que Dios entregó a san Josemaría, para vivirlo con plenitud. Nos exhorta a cuidar el carisma del Opus Dei “para promover la acción evangelizadora que cumplen sus miembros” y, de este modo, “difundir la llamada a la santidad en el mundo, a través de la santificación del trabajo y de las ocupaciones familiares y sociales” (Motu proprio Ad charisma tuendum). Desearía que esta invitación del Santo Padre resonara con fuerza en cada una y en cada uno. Es una ocasión para profundizar en el espíritu que el Señor infundió en nuestro fundador y para compartirlo con muchas personas en el ambiente familiar, laboral y social.

En cuanto a las disposiciones del Motu proprio sobre la figura del prelado, os repito lo que os he señalado otras veces: damos gracias a Dios por los frutos de comunión eclesial que han significado los episcopados del beato Álvaro y de don Javier. Al mismo tiempo, la ordenación episcopal del prelado no era ni es necesaria para la guía del Opus Dei. La voluntad del Papa de subrayar ahora la dimensión carismática de la Obra nos invita a reforzar el ambiente de familia, de cariño y confianza: el prelado ha de ser guía, pero, ante todo, padre.

Con estas líneas, os ruego también que recéis por el trabajo que el Papa Francisco nos ha pedido que realicemos, para adecuar el derecho particular de la Prelatura a las indicaciones del Motu proprio Ad charisma tuendum, manteniéndonos -como él mismo nos dice- fieles al carisma.

Con todo cariño, os bendice,

vuestro Padre

Fernando Ocáriz

 

Mensaje del Prelado (20 julio 2022)

Después de haber viajado a diversas ciudades, el prelado del Opus Dei destaca uno de los motivos de alegría que ha vivido en esos días.

20/07/2022

Queridísimos: ¡que Jesús me guarde a mis hijas y a mis hijos!

Ya habéis tenido ocasión de conocer muchos detalles del viaje que he realizado durante las pasadas semanas. Con estas líneas, quiero mencionar brevemente uno de los muchos motivos de mi alegría en esos días. 

En países distintos, con diversas lenguas y costumbres, ha sido estupendo experimentar, una vez más, la unidad en la diversidad.

La unidad de la Obra, como participación de la unidad de toda la Iglesia, se fundamenta radicalmente en la Eucaristía y se expresa –debe expresarse– especialmente en la fraternidad. Con cuánta fuerza san Josemaría nos exhortaba: «¡Que os queráis!». Un querer que es comprender, interés sincero por cada persona, oración, espíritu de servicio. Unidad necesariamente abierta, que se expande en afán apostólico.

Todo esto es don de Dios y también responsabilidad de cada una y de cada uno. Y, al experimentar tantas veces nuestras limitaciones, sin desaliento pidamos a la santísima Virgen, Madre del Amor Hermoso, que todos podamos decir al Señor: «Has dilatado mi corazón» (Sal 119, 32).

Os pido también que me acompañéis con la oración los días que, a mediados de agosto, iré a estar con vuestras hermanas y vuestros hermanos de Tierra Santa y tendré la alegría de rezar en esos lugares santos.

Con todo cariño os bendice

vuestro Padre

Fernando Ocáriz

Pamplona, 20 de julio de 2022  

 

 

Motu Proprio “Ad charisma tuendum”: preguntas y respuestas

Ofrecemos algunas preguntas y respuestas preparadas desde la Oficina de información del Opus Dei a propósito del Motu Proprio “Ad charisma tuendum”.

22/07/2022

Preguntas y respuestas sobre el Motu Proprio “Ad charisma tuendum”.

1. ¿Cuál es la finalidad de este Motu Proprio?
2. ¿Qué supone este Motu Proprio en la vida de los fieles de la Prelatura?
3. ¿Por qué se insiste en el “carisma”? ¿Son realidades opuestas el carisma y la jerarquía?
4. ¿Cómo se complementan carisma y jerarquía en el Opus Dei?
5. ¿Cambia algo en el gobierno de la Prelatura?
6. ¿Qué son los Estatutos? ¿Por qué son tan importantes para la Prelatura?
7. ¿Por qué se señala que el prelado no será obispo?
8. ¿A qué se refiere el título de protonotario apostólico supernumerario que se menciona en el Motu Proprio?


1. ¿Cuál es la finalidad de este Motu Proprio?

El Motu Proprio “Ad charisma tuendum” (“Para tutelar el carisma”) desarrolla y concreta el cambio producido por la Constitución Apostólica “Praedicate Evangelium”, al transferir las competencias en materia de prelaturas personales del Dicasterio de los Obispos al del Clero. Tanto el título como la introducción traslucen la determinación del Santo Padre para que este cambio sea llevado a cabo en el pleno respeto del carisma del Opus Dei.

2. ¿Qué supone este Motu Proprio en la vida de los fieles de la Prelatura?

El Motu Proprio supone una llamada a tomar conciencia de la potencialidad del carisma del Opus Dei en la misión de la Iglesia. Como dice el Santo Padre, ‟según el don del Espíritu recibido por san Josemaría Escrivá de Balaguer, en efecto, la prelatura del Opus Dei, con la guía del propio prelado, cumple la tarea de difundir la llamada a la santidad en el mundo, a través de la santificación del trabajo y de los deberes familiares y sociales”. Al ser el mismo Papa quien recuerda esta responsabilidad, los fieles del Opus Dei se sentirán movidos a profundizar cada vez más en este carisma y a discernir, bajo la luz del Espíritu Santo, cómo encarnarlo en las nuevas situaciones de nuestro mundo.

3. ¿Por qué se insiste en el “carisma”? ¿Son realidades opuestas el carisma y la jerarquía?

De los dones jerárquicos y carismáticos, como dice el Vaticano II, se sirve el Espíritu Santo para guiar a la Iglesia (“Lumen Gentium”, n. 4). En este Motu Proprio se reafirma el carisma del Opus Dei, recibido por san Josemaría Escrivá, y su misión en la edificación de la Iglesia. Unos dones están al servicio de los otros y de todos hay necesidad en la Iglesia, que sabiamente a lo largo de la historia va encontrando el modo de que se enriquezcan y protejan recíprocamente. En el Motu Proprio se recuerda que el gobierno del Opus Dei debe estar al servicio del carisma —del que somos administradores, no propietarios— para que este crezca y fructifique, confiando en que es Dios quien obra todo en todos.

4. ¿Cómo se complementan carisma y jerarquía en el Opus Dei?

El carisma del Opus Dei consiste en ayudar espiritualmente a todas las personas, hombres y mujeres, de todas las procedencias y de cualquier profesión, a que se santifiquen ahí donde están, y a ayudarles a propagar la llamada universal a la santidad en medio del mundo, con el único título de haber sido bautizados. Por tanto, los fieles de la Prelatura no forman ni actúan en grupo por el hecho de pertenecer al Opus Dei.

El carisma del Opus Dei tiene necesidad del ministerio sacerdotal: aquí es donde es necesario que intervenga la jerarquía. Por ese motivo, como recuerda ahora el Papa Francisco, “para tutelar el carisma, mi predecesor san Juan Pablo II, en la Constitución Apostólica Ut sit, de 28 de noviembre de 1982, erigió la Prelatura del Opus Dei, confiándole la tarea pastoral de contribuir en modo peculiar a la misión evangelizadora de la Iglesia”. Con la progresiva maduración y asimilación de las enseñanzas conciliares sobre los dones jerárquicos y carismáticos se irá entendiendo cada vez mejor como, lejos de una oposición entre ambos, en el Opus Dei son realidades complementarias.

5. ¿Cambia algo en el gobierno de la Prelatura?

El cambio se sitúa en las relaciones de la Prelatura con la Santa Sede. El Motu Proprio no introduce directamente modificaciones en el régimen de la Prelatura, ni en las relaciones de las autoridades de la Prelatura con los obispos. Al mismo tiempo, prevé que el Opus Dei proponga una adecuación de los Estatutos a las concretas indicaciones del Motu Proprio.

6. ¿Qué son los Estatutos? ¿Por qué son tan importantes para la Prelatura?

El Código de Derecho Canónico prevé que la Santa Sede, en el mismo momento de la creación de una prelatura personal, dé los estatutos, que son las normas que definen el ámbito de la prelatura, la peculiar misión pastoral que justifica su existencia, y las determinaciones de su forma de gobierno. Son, por tanto, junto al documento pontificio que los establece, las normas constitucionales del ente. En el caso de los Estatutos de la Prelatura del Opus Dei, además de definir la misión (la promoción de la santidad en medio del mundo) y declarar su carácter universal, se recoge la descripción del carisma -‟el don del Espíritu recibido por san Josemaría Escrivá de Balaguer” del que habla el Papa Francisco- y los medios con que los fieles del Opus Dei deben vivir su misión. En los Estatutos se describe la organización del gobierno de la Prelatura. Además de la previsión de unos vicarios y consejos que ayudan directamente al prelado, los Estatutos reglamentan que el ejercicio del gobierno se ha de llevar a cabo siguiendo dos pautas, queridas explícitamente por san Josemaría: la colegialidad en la toma de las decisiones y una importante participación de los laicos (hombres y mujeres).

7. ¿Por qué se señala que el prelado no será obispo?

Se trata de una iniciativa y decisión de la Santa Sede, en el marco de una reestructuración del gobierno de la Curia, para reforzar -como dice el Motu Proprio- la dimensión carismática.

8. ¿A qué se refiere el título de protonotario apostólico supernumerario que se menciona en el Motu Proprio?

Se confiere a la figura del prelado un título honorífico y un tratamiento que, reafirmando la condición secular -que es central en el carisma del Opus Dei-, le une de modo especial al Santo Padre, como parte de la llamada “familia pontificia”. Se dice “supernumerario”, para distinguirlo de quienes son notarios en la Santa Sede.

 

 

​​Agradar a Dios (IV): sé que te encantó, Jesús. Las cosas pequeñas

San Josemaría nos enseñó a cuidar las cosas pequeñas porque comprendía la capacidad del hombre de agradar a Dios con pequeños y casi minúsculos detalles realizados por amor.

19/04/2021

Escucha el artículo «Agradar a Dios» (4): Sé que te encantó, Jesús.

Descarga el libro digital «Agradar a Dios» (Disponible en PDF, ePub y Mobi)


El 29 de diciembre de 1933, san Josemaría ultimaba la instalación de la Academia DYA. Le ayudaban ese día cuatro estudiantes: Manolo, Isidoro, Pepe y Ricardo. Una de las tareas que ejecutaron fue la instalación de una pizarra de 1,10 por 2 metros en una clase. Al día siguiente, anota en sus papeles la emoción que le embargó: «En cuanto colocaron el encerado en una clase, lo primero que escribieron los cuatro artistas fue: “Deo omnis gloria!” —toda la gloria para Dios. —Ya sé que te encantó, Jesús»[1].

En esas pocas palabras se vislumbra su gozo al contemplar esa simpática ocurrencia. Pero quizá hay algo más en aquel apunte y es la manera en que el fundador del Opus Dei comprendía nuestra capacidad de agradar a Dios con pequeños y casi minúsculos detalles. No es fácil entender cómo una acción tan insignificante de las criaturas pueda llegar así a su Creador.

Dios ha dicho que sus «delicias están con los hijos de los hombres» (Pr 8,31), que le encantamos. Si esa expresión de san Josemaría parece atrevida, es todavía más audaz cuando describe una convicción muy íntima: «Con la Fe y el Amor, somos capaces de chiflar a Dios, que se vuelve otra vez loco –ya fue loco en la Cruz, y es loco cada día en la Hostia–, mimándonos como un Padre a su hijo primogénito»[2]. Esta conciencia era algo habitual en su predicación: «Les hablé de Jesús chiflado, loco por nosotros»[3]. ¿Alguna vez habíamos llegado a imaginar una reacción divina de este calibre?

La felicidad de Dios

Al final de su primera carta pastoral, el prelado del Opus Dei pedía a Dios: «Haz, Señor, que desde la fe en tu Amor vivamos cada día con un amor siempre nuevo, en una alegre esperanza»[4]. ¿Qué puede unir a la alegría –algo de lo que todos hemos tenido experiencia– con las virtudes que nos acercan a Dios y nos son otorgadas por él? Santo Tomás de Aquino afirma que la felicidad «le corresponde a Dios en grado sumo» (S. Th. I-I, q. 26); nadie es tan feliz como él y desea disfrutar y compartir esa alegría con nosotros. Por eso, vivimos a la espera de la felicidad eterna y, al mismo tiempo, estamos ya alegres porque Dios nos concede participar aquí de su dicha.

JESÚS SE CONMUEVE CON LA VIUDA QUE ECHA EN EL TEMPLO LAS POCAS MONEDAS QUE TIENE PORQUE SE DA CUENTA QUE LO QUE ESTÁ ENTREGANDO VERDADERAMENTE ES SU CORAZÓN

Para adentrarnos en el misterio de la felicidad divina, puede servirnos contemplar una reacción de Jesús que nos narra san Marcos: «Sentado Jesús frente al gazofilacio, miraba cómo la gente echaba en él monedas de cobre, y bastantes ricos echaban mucho. Y al llegar una viuda pobre, echó dos monedas pequeñas, que hacen la cuarta parte del as» (Mc 12,41-42). Este insignificante detalle emocionó a nuestro Señor.

Las monedas de cobre retumbaban al caer en el gazofilacio, que era una especie de trompeta con la boca hacia arriba situada en el atrio del templo. Allí se entregaban las ofrendas, limosnas y rentas. El acostumbrado golpear del metal recio era bien diferente al suave tintineo de las dos monedas sin apenas valor que había ofrecido esta pobre mujer. Sumaban la cuarta parte del as que, en aquel momento, era la moneda más pequeña en circulación.

Sin embargo, aquella mujer conquistó el corazón de Cristo. Él en realidad no necesita nuestras ofrendas, mendiga algo mucho más grande: nuestro corazón. «¿No has visto las lumbres de la mirada de Jesús cuando la pobre viuda deja en el templo su pequeña limosna? –Dale tú lo que puedas dar: no está el mérito en lo poco ni en lo mucho, sino en la voluntad con que lo des»[5]. Jesús no interpreta los gestos de la manera como lo hacemos nosotros. La ofrenda de la viuda es minúscula, pero a Jesús le gusta mucho más que las otras porque es libre, humilde y gratuita. Significa mucho para él y no se resiste a explicarlo: «En verdad os digo que esta viuda pobre ha echado más que todos los que han echado en el gazofilacio, pues todos han echado algo de lo que les sobra; ella, en cambio, en su necesidad, ha echado todo lo que tenía, todo su sustento» (Mc 12,43). Cristo nos desafía a valorar las cosas –y sobre todo nuestra vida– de una forma diferente, alternativa y paradójica.

Amar con la misma moneda

Es inútil intentar medir el amor del Señor por nosotros. «Dios llega gratis. Su amor no es negociable: no hemos hecho nada para merecerlo y nunca podremos recompensarlo»[6]. Jesucristo quiere ser nuestro amigo. Así se lo confió a sus apóstoles en el Cenáculo (cfr. Jn 15,15) «y en ellos nos lo ha dicho a todos. Dios nos quiere no solo como criaturas, sino como hijos a los que, en Cristo, ofrece verdadera amistad»[7]. Sin embargo, cuando palpamos nuestra fragilidad tendemos a pensar que Dios reacciona como nosotros lo haríamos. Cuando no nos salen las cosas o cuando nos parece que no estamos a la altura de su amor, lo imaginamos defraudado, decepcionado o entristecido. No nos cabe en la cabeza que nuestra vida, surcada de miserias y tropiezos, pueda agradar o encantar y, menos todavía, chiflar, a Dios.

DIOS SE DELEITA EN NUESTRA LUCHA INTERIOR GRATUITA, LIBRE Y ALEGRE

Los Padres de la Iglesia han tratado de prevenirnos ante este error tan común: «Hombre, ¿por qué te consideras tan vil, tú que tanto vales a los ojos de Dios?»[8]. San Buenaventura nos enseña el camino para no equivocarnos: «Si quieres saber cómo se realizan estas cosas pregunta a la gracia, no al saber humano; pregunta al deseo, no al entendimiento; pregunta al gemido expresado en la oración»[9].

¿Cómo puede ser que Dios se entusiasme de ese modo con nuestros minúsculos detalles de cariño o incluso con nuestras limitaciones? ¿Cómo es posible que la distancia infinita entre el amor de Dios y nuestra pobre correspondencia sea cancelada? Está claro que no tenemos dinero suficiente para comprar su amor. Nos ama porque le da la gana, que es la razón más divina. Por eso, no nos obliga a corresponderle de una manera precisa. Al mismo tiempo, se entusiasma si le pagamos con su moneda, con un amor gratuito de quien se deja amar, de quien permite al otro estar chiflado. Esto sucede cuando comprendemos que el cariño divino no está a la venta y, por eso, esperamos únicamente en la lotería de su bondad incondicional. Entonces el alma responde con lo poco que atesora, pero con una gran diferencia: lo hace porque le da la gana, igual que Dios. Y lo disfruta igual que él.

Los «detalles caseros del héroe»

Asomarse a la inmensidad del amor de Dios, que nos quiere con locura, puede ayudarnos a comprender el valor que tiene para Dios lo pequeño, precisamente porque es nuestro. Somos conscientes de que nunca saldaremos la deuda, pero nos entusiasma soñar con contribuir a sostener las cargas familiares. Es su amor el que transforma nuestras baratijas en joyas preciosas. Todo sirve para hacer feliz a Dios: bastan, como nos dice el Evangelio, dos monedas que forman la cuarta parte del as, pero que considera aptas para su infinita capacidad de amar y ser amado. Estas cosas pequeñas liberan al alma porque le ayudan a dejarse amar a cambio de nada. Vividas así, no encorsetan. Por el contrario, no se pueden cuidar con perseverancia si son fruto del afán de controlar, de cancelar la deuda. Se trata, en realidad, de detalles espontáneos y sencillos de quien se sabe mirado con cariño por un Dios todopoderoso y eterno pero, a la vez, un Dios muy casero.

Muchos no tendremos la altura de los grandes santos o de los mártires, pero sí la suerte de que a Dios le encanten nuestras ocurrencias. Nunca pensaremos que hacemos algo que merezca su cariño y precisamente eso abre nuestro corazón por completo a su gracia. Él se deleita con nuestra lucha gratuita, libre y alegre. Como no percibimos la altura, perdemos el vértigo y actuamos con una naturalidad y una fe encantadoras para él: «Muy bien, siervo bueno y fiel; como has sido fiel en lo poco, yo te confiaré lo mucho: entra en la alegría de tu señor» (Mt 25,23).

Internarse, con esta perspectiva, en el universo de las cosas pequeñas nos permite evitar dos caricaturas que no son dignas del humor y del amor con el que Dios nos mira. Aparentemente lejanas, ambas desviaciones tienen algo decisivo en común: ponen el foco en nosotros, en lo que hacemos. Por un lado, podemos descubrir después de años de lucha que el cuidado de las cosas pequeñas nos proporciona cierta seguridad y cabe el riesgo de buscar ahí la tranquilidad del que se limita a cumplir. Quizá sin darnos cuenta se han transformado en pequeñas rigideces que sirven de analgésico para nuestra inseguridad. Las vivimos externamente pero no las disfrutamos. Por otro lado, cabe también que nos supongan un peso insoportable, una carga que aplasta y desdibuja el rostro amable de Cristo porque nos hacen agobiante la lucha.

EL ALMA QUE SE DEJA AMAR, SE APROPIA DE LOS MÉRITOS DE CRISTO Y SE SIENTE CAPAZ DE SUBIR CUMBRES QUE, PARA SUS FUERZAS, SERÍAN INALCANZABLES

En ningún caso la solución pasa por no prestarles atención. Más bien se trata de atisbar cómo se presenta ante Dios nuestra lucha, no los resultados que nosotros logramos. Es cuestión de poner el foco de nuevo en él. Esa pelea muchas veces puede ser escondida, ínfima y sin fruto, pero es parte del «diálogo eterno entre el niño inocente y el padre chiflado por su hijo: –¿Cuánto me quieres? ¡Dilo! –Y el pequeñín silabea: ¡Mu–chos mi–llo–nes!»[10].

Sobre esto, escribe san Josemaría en una carta: «¡Qué tonterías te cuento! Es verdad: pero todo aquello, en que intervenimos los pobrecitos hombres –hasta la santidad– es un tejido de pequeñas menudencias, que derechamente rectificadas, pueden formar un tapiz espléndido de heroísmo o de bajeza, de virtudes o de pecados. Las gestas –nuestro Mío Cid– relatan siempre aventuras gigantescas, pero mezcladas con detalles caseros del héroe. –Ojalá hagas siempre mucho caso –¡línea recta! – de las cosas pequeñas. Y yo también; y yo también. [...]»[11].

La gracia nos hace ligeros

Chiflar a Dios es posible en Cristo. Nuestros pequeños esfuerzos –nuestras monedillas, unidos a Cristo, transformados en su propia ofrenda, se convierten en un «sacrificio puro, inmaculado y santo» (Plegaria Eucarística I); son un don agradable a Dios Padre, como dice el sacerdote en voz baja una vez presentadas las ofrendas en la santa Misa. La expresión latina es muy significativa: «Ut placeat tibi», para que te complazca. Producen ese efecto porque la Eucaristía «nos adentra en el acto oblativo de Jesús»[12].

Los santos encontraron un trampolín para estar a la altura; descubrieron que incluso nuestros defectos nos ayudan a querer más al Señor si, arrepentidos, los ponemos en sus manos: «Le repito que le amo, y después me lleno de vergüenza, porque ¿cómo puedo asegurar que le quiero, si tantas veces le he ofendido? La reacción entonces no es pensar que miento, porque no es verdad. Continúo mi oración: Señor, te quiero desagraviar por lo que te he ofendido y por lo que te han ofendido todas las almas. Repararé con lo único que puedo ofrecerte: los méritos infinitos de tu Nacimiento, de tu Vida, de tu Pasión, de tu Muerte y de tu Resurrección gloriosa; los de tu Madre, los de San José, las virtudes de los Santos, y las debilidades de mis hijos y las mías, que reverberan de luz celestial — como joyas — cuando aborrecemos con todas las veras del alma el pecado mortal y el venial deliberado»[13]. El alma que se deja amar, se apropia de los méritos de Cristo y se siente capaz de subir cumbres que, para sus fuerzas, serían inalcanzables. Tanta audacia ­–empujada por la gracia de Dios– puede resultar incluso paradójica, divertida, nos hace gracia. Y este buen humor estimula nuestra mejor respuesta a ese amor que se nos regala.

En este sentido, Benedicto XVI confiaba en una entrevista una intuición muy personal sobre cómo es Dios: «Personalmente creo que tiene un gran sentido del humor. A veces le da a uno un empellón y le dice: “¡No te des tanta importancia!”. En realidad, el humor es un componente de la alegría de la creación. En muchas cuestiones de nuestra vida se nota que Dios también nos quiere impulsar a ser un poco más ligeros; a percibir la alegría; a descender de nuestro pedestal y a no olvidar el gusto por lo divertido»[14].

Dios quiere que entremos en su gozo (cfr. Mt 25,23), que participemos de su alegría íntima, de su gozo infinito que nada puede arruinar. Para eso nos ha creado[15].

Posiblemente, la buena mujer del evangelio no perdió demasiado tiempo pensando si su ofrenda era mayor o menor que la del resto de los que acudían al gazofilacio. Tuvo la intuición de que a Dios no le importaba mucho la cantidad. No fueron necesarios muchos cálculos ni se puso a hacer comparaciones. Simplemente le pareció lógico darlo todo. No hizo un drama de su pobreza, aunque su condición tal vez no fuera agradable. Así lo viven y entienden los santos. Son audaces y ocurrentes, divertidos y graciosos: «Me siento muy contenta de irme pronto al cielo. Pero cuando pienso en aquellas palabras del Señor: "Traigo conmigo mi salario, para pagar a cada uno según sus obras", me digo a mí misma que en mi caso Dios va a verse en un gran apuro: ¡Yo no tengo obras! Así que no podrá pagarme "según mis obras"... Pues bien, me pagará "según las suyas…"»[16].

* * *

El profeta Sofonías nos cuenta lo que piensa y siente Dios por sus hijos: «El Señor tu Dios está en medio de ti, valiente y salvador; se alegra y goza contigo, te renueva con su amor; exulta y se alegra contigo como en día de fiesta» (So 3, 16-18). El Papa ha contado que esas palabras le han impactado siempre: «Me llena de vida releer este texto»[17]. Son palabras que la Iglesia aplica también a la Madre de Dios. La Virgen puede explicarnos cómo llegar a esa convicción ya que ella jamás dudó de que Gabriel le decía la verdad: «Has hallado gracia delante de Dios» (Lc 1,30); le chiflas a tu Creador.

Diego Zalbidea


[1] San Josemaría, Forja, n. 611.

[2] San Josemaría, Instrucción acerca del espíritu sobrenatural de la Obra, n. 39.

[3] San Josemaría, Apuntes íntimos del 23-XI-1931. Citado en José Luis Illanes, Camino, edición crítico-histórica, Rialp, Madrid, 2004, p. 986.

[4] F. Ocáriz, Carta Pastoral, 14-II-2017, n. 33.

[5] San Josemaría, Camino, n. 821.

[6] Francisco, Homilía de Nochebuena, 24-XII-2019.

[7] F. Ocáriz, Carta Pastoral, 1-XI-2019, n. 2.

[8] San Pedro Crisólogo, Sermón 148.

[9] San Buenaventura, Itinerarium mentis in Deum, cap. 7, n. 6, en Opera omnia, V, Ad Claras Aquas (Quaracchi) 1891, p. 313.

[10] San Josemaría, Camino, n. 897.

[11] Carta de Josemaría Escrivá a Juan Jiménez Vargas, Burgos 27-III-1938. Citada en José Luis Illanes, Camino, edición crítico-histórica, p. 922.

[12] Benedicto XVI, Encíclica Deus caritas est, n. 13.

[13] San Josemaría, En diálogo con el Señor, “La alegría de servir a Dios”, 25-XII-1973, n. 4a.

[14] Benedicto XVI, Dios y el mundo, Círculo de Lectores, Barcelona, 2005, p. 13.

[15] Cfr. Catecismo de la Iglesia Católica, n. 1.

[16] Santa Teresita del Niño Jesús, Carta 226.

[17] Francisco, Ex. ap. Evangelii Gaudium, n. 4.

 

El humor y la paz

El humor es capaz de romper sin violencia las barreras de lo más estructurado y permite flexibilizar el orden que a veces establecemos de una manera meramente artificial.

De un tiempo a esta parte estamos observando, como padres, que la relación con nuestros hijos está entrando de lleno en aquella inevitable etapa a la que llamamos adolescencia. Es una etapa que muchos catalogan de difícil, y no es de extrañar, pues el nivel de relación, las necesidades, las preguntas complicadas y las crisis se multiplican exponencialmente.

Pensando en cómo resolvían mis padres algunos de los conflictos de mi propia adolescencia y juventud, encontré un pequeño tesoro que puede ser de gran ayuda: la inmensa capacidad transformadora que tiene el humor.

Mi padre siempre llegaba tarde a cenar porque trabajaba muchas horas, pero cuando aparecía siempre estaba de buen humor y tenía preparado un chiste o una anécdota divertida sobre algo que había pasado en días anteriores. De mayor, cuando he ido reflexionado sobre aquello, me he ido dando cuenta de que muchas de aquellas cosas que contaba con tanto sentido del humor, iban acompañadas de una gran profundidad.

En otra ocasión, mi padre apareció sonriente con un cuadro de una caricatura suya que le había dibujado uno de sus empleados. Me acuerdo que aquella misma noche la colgó en el despacho que tenía en casa. Muchas veces he pensado cómo debería ser mi padre en el trabajo, para que un empleado fuera capaz de regalarle una caricatura suya.

También recuerdo que durante un tiempo estuvo ayudando a un empresario que tenía muchos problemas para sacar adelante su negocio. Un día llego a casa muy contento porque aquel empresario le había hecho un regalo: no era una estupenda pluma o un carísimo reloj; era otro cuadro, pero esta vez no tenía su caricatura sino que era el cuadro de un payaso que aquel mismo empresario le había pintado para él.

El buen humor puede ser un estupendo analgésico para los padres ante la fiebre y el malestar que causa en ocasiones la etapa de la adolescencia. El buen humor relaja y facilita la relación, permitiendo volver a empezar cuantas veces sea necesario. Saber encontrar la parte más cómica de las situaciones que se producen entre padres e hijos puede ayudar a evitar los bloqueos y la violencia gratuita, tantas veces innecesaria.

El humor es capaz de romper sin violencia las barreras de lo más estructurado y permite flexibilizar el orden que a veces establecemos de una manera meramente artificial. El humor nos acerca a la naturalidad y permite mostrarnos menos rígidos y acorazados que de costumbre. También nos ayuda a mirar las dificultades y desgracias con menos dramatismo que el puramente necesario.

Reírse de uno mismo es una de las cosas más difíciles que hay, sin embargo es liberador, ya que deja al descubierto aquella parte más escondidiza de nuestra persona. Reírse de sí mismo, es señal de madurez y de que somos capaces de aceptar nuestras propias limitaciones. Ejercitar el sentido del humor puede ayudarnos a resolver muchos conflictos artificiales o absurdos que en muchos casos no sabemos ni por qué se han creado.

Ser capaces de vivir la vida con humor y transmitir buen humor a nuestro alrededor es una tarea difícil pero gratificante para nosotros y para los demás. Sin embargo, no es suficiente para ser individuos creadores de paz. Es necesario dar un paso más y ser capaces de generar un humor positivo.

El humor positivo es aquel humor fino e inteligente que esta lleno de profundidad y que a la vez es capaz de despertar lo más bello y generoso que como persona tiene cada uno. El humor positivo es aquel que nos iguala porque es capaz de mostrar a los demás que todos somos vulnerables y estamos llenos de limitaciones. El humor positivo es aquel que acompaña y ayuda a olvidar lo más dramático de cada situación sin perder de vista la cruda realidad. El humor positivo es aquel que no es frívolo, que cura en lugar de herir, que busca lo sensible en lugar de lo grotesco y que potencia en lugar de humillar.

Leer la vida con sentido del humor, y en especial, a través de este prisma positivo, puede ser una palanca que nos permita abortar situaciones de tensión y violencia. Llenar nuestra vida de humor positivo, seguramente nos ayudará a interpretar la realidad de forma diferente y nos permitirá crear espacios que estén más abiertos a la paz.

Por David Martínez García

 

¿Tienes un minuto para tus mayores?

Nunca abandones a los abuelos. Acompáñalos. Te necesitan y te lo aseguro: tú a ellos también. Una bella historia del escritor Claudio de Castro

“Los nietos son la corona de los ancianos, así como los padres son el orgullo de sus hijos.”

(Proverbios 17, 6)

Te he contado a menudo sobre mi infancia en Costa Rica. Solíamos ir con mi mamá a la casona de madera de mi abuelita, a quien llamaba con amor: Mamita. Pasábamos con ella los veranos escolares.

Si alguna vez de niño estuviste alguna temporada en casa de tus abuelitos, vas a comprender mi añoranza, mis palabras. No imaginas cuánta falta me hace Mamita, mi dulce abuelita del alma.

Quien ha experimentado su cariño, lo sabe bien. El amor de los abuelos es diferente, te protegen y consienten incondicionalmente. Su amor es todo ternura.

Hace unos días leí un meme que me encantó. Mostraba a unos ancianos jugando felices con unos niños pequeños que no paraban de reír. Creo que decía: “los abuelos no deberían morir”.

Los ancianos, un tesoro

Quiero preguntarte algo: “¿Tienes a tus abuelos vivos?” No imaginas el tesoro que posees y está a tu disposición. Qué no daría yo, por tener vivos a los míos. Me hacen tanta falta…

No los dejes solos. Nunca los abandones. Acompáñalos. Te necesitan y te lo aseguro: tú a ellos también.

¿Por qué te lo cuento?

Recuerdo hace unos años que trabajaba en una empresa cafetalera y tuve una experiencia que me marcó.

Cerca de la compañía, a pocas cuadras quedaba un asilo para ancianos, regentado por unas dulces y amables monjitas.

Tenían una capilla bellísima a la que me encantaba ir los medio días para acompañar un rato a Jesús en aquel Sagrario.

Uno de esos días me pasó algo que aun al pasar los años no he podido olvidar.

¿Tienes un minuto?

Salía de la capilla un poco apurado para regresar al trabajo, cuando siento que alguien me toma del brazo y me detiene.

Era la anciana más dulce y tierna que puedas imaginar. Su mirada estaba llena de ilusión y su sonrisa alegraba todo a tu alrededor.

—¿Me ayudas a bajar las escaleras?

—A una bella dama jamás podría negarle tal favor.

—Qué guapo eres. Gracias por ayudar a esta mujer anciana.

Demoramos menos de dos minutos en bajar de la capilla al pasillo que la llevaría al área donde estaban las habitaciones de los ancianos.

Iba a seguir mi camino y de pronto apretó con fuerza mi brazo para no soltarlo.

—Debo decirte algo. ¿Tienes un minuto para esta abuelita?

—Para tan bella dama, tengo todo el tiempo del mundo.

—Sabes, me esforcé toda mi vida trabajando hasta con dobles turnos para darle una buena
educación a mi hijo. Luego lo ayudé en su carrera universitaria. Enviudé y me trajeron acá.

—Es un lugar muy agradable —le dije —. Me gusta visitar su capilla.

—Mi hijo es médico, pero nunca viene. Llevo meses sin saber de él. Siempre está ocupado salvando vidas. Y me siento tan orgullosa. Sé que tengo nietos y no los conozco. Y no sé si algún día tendré la alegría de verlos.

Vi una gran tristeza en el fondo de su alma.

—Ya vendrán, no se preocupe. Verá a su hijo médico y conocerá a sus nietos.

Me miró de pronto con una mirada absorta y repitió.

—Sabes, mi hijo es médico.

Nunca olvides amable lector lo que nos dicen las Sagradas Escrituras:

«Quien no se preocupa de los suyos, especialmente de los de su casa, ha renegado de la fe y es
peor que el que no cree».

1 Timoteo 5, 8

Cuida a tus abuelos, lo merecen.
¡Dios te bendiga! 

Por Claudio de Castro

 

Cerebro y alma.

 

¿Es lo mismo alma que cerebro? ¿Es el alma una emergencia del cerebro? ¿Existe realmente el alma o es una entelequia? Si existe, ¿es mortal o inmortal? ¿Desaparece con la falta de funcionamiento del cerebro? ¿Qué ocurre en el sueño, en la anestesia profunda, en el coma, en las enfermedades mentales? ¿Tienen alma los animales y las plantas? ¿Tendrá alma un ordenador del futuro, de la máxima potencia?

 

El hombre ha sido creado a imagen y semejanza de Dios. Por tanto, es libre e inmortal como El, inmortalidad que comienza con la fecundación, en la que se instaura una vida individual. Y es en ese instante cuando Dios insufla el aliento vital, tal como se describe en las Escrituras con la creación del primer hombre; realidad atemporal, como todo lo que hace referencia al Ser Supremo. Por eso, lo que se describe en el Génesis es algo a-histórico, actual, permanente, sin tiempo. El hombre está hecho de barro y aliento.

Puede definirse el alma como el aliento vital, el “soplo” que anima al cuerpo.

Para Aristóteles y para los tomistas y neotomistas, el hombre es una unidad hilemórfica de materia y forma. En cambio, Descartes separa radicalmente la res cogitans de la res extensa. Las definiciones del ser humano van desde las pesimistas, considerándole como un mero animal o una mera máquina, o bien una pasión inútil, como decía Sartre, o bien, un ser sin libertad, corrompido en su naturaleza. Hasta definiciones optimistas: para Zubiri, el hombre es el animal  de realidades, es decir, que se da cuenta de la realidad tal como es. Pico della Mirandola, uno de los primeros humanistas renacentistas, definía al hombre como el animal feliz.

La visión aristotélico-tomista parece la más acorde con lo que las ciencias observan: el ser humano es un todo único; es un cuerpo espiritualizado o un alma encarnada; pero ese hombre (varón, mujer) es siempre el mismo, aunque no sea lo mismo en el curso de su vida, ya que los materiales fisicoquímicos que componen su cuerpo se van renovando.

 

Las Neurociencias demuestran que el cerebro del hombre es distinto que el de los demás animales. Es lógico que sea así, pues es necesario que el cerebro tenga características biológicas humanas. Pero las Neurociencias no pueden demostrar la existencia del alma, pues los datos que aportan estas ciencias, aunque valiosos, aproximan a la comprensión del asunto, pero no dan una solución definitiva. Por eso, hay que plantear  una argumentación filosófica, para intentar desentrañar el problema.

 

Es obvio que la estructura del cerebro humano constituye la condición necesaria para pensar y decidir; pero también es obvio que el cerebro no es el que piensa, sino que es el instrumento del que nos servimos para pensar. Es la persona la que piensa, no el cerebro.

Una de las diferencias entre el cerebro humano y el animal estriba en el gran desarrollo de la zona más anterior de los lóbulos frontales, la corteza prefrontal, grandemente implicada en los procesos de razonamiento y memoria. Zona que, como dice Fuster en su libro “Cerebro y libertad”, constituye el sustrato físico de la libertad. Esta corteza tiene mucho que ver con la toma de decisiones, con la planificación de la conducta. Esto no quiere decir que el alma tenga su exclusivo asiento en la corteza prefrontal. Funcione o no correctamente esta corteza, el alma sigue siendo el “soplo vital” del organismo y por tanto del cerebro.

Los animales se comunican, pero una diferencia, esencial, entre el hombre y el animal es el lenguaje, y especialmente el lenguaje simbólico. Para el lenguaje se constituyen áreas especializadas del cerebro: las áreas de Broca y de Wernicke, aunque también intervienen otras áreas, ampliamente distribuidas en el cerebro. Y el buen funcionamiento de la corteza prefrontal es esencial para el lenguaje humano.

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El volumen del cerebro del hombre moderno viene a ser igual que el del Neanderthal, de hace unos 400.00 años; y el tamaño del orificio para el nervio hipogloso, en la base del cráneo, nervio que impulsa la musculatura de la lengua, es igual que la del hombre primitivo, por lo que se puede deducir que el hombre prehistórico estaba capacitado para hablar; era plenamente de la especie humana. Además, el hueso hioides (situado en el cuello), que da inserción a numerosos músculos de la lengua, era prácticamente igual que en el hombre moderno.

 

Una zona muy importante para la vida es el tallo cerebral, donde se sitúan los centros cardiocirculatorios y respiratorios. Es la zona donde el torero clava la puntilla al toro, provocando rápidamente la muerte. Si el tallo cerebral funciona (es el caso, entre otros, del coma, del estado vegetativo persistente, de la anencefalia, de la intoxicación barbitúrica, etc.) ahí está presente una vida humana y por lo tanto, de la máxima calidad, totalmente respetable.

 

 José Luis Velayos

 

Los 10 ladrones de tu energía

Mejorconsalud.com 

Foto: Freepik

Hay situaciones que nos quitan el sueño, nos roban la tranquilidad y si lo permitimos se apropian de nuestra mente y de nuestra vida.

Por eso conviene detectarlas a tiempo y afrontarlas de la mejor manera. 

Los siguientes son diez ladrones de energía que, según el líder espiritual Dalai Lama, provocan una disminución en nuestra motivación, estado de ánimo y productividad, así que toma nota:  

1. Las personas tóxicas

“Deja ir a personas que sólo llegan para compartir quejas, problemas, historias desastrosas, miedo y juicio de los demás. Si alguien busca un bote para echar su basura, procura que no sea en tu mente”.

Este tipo de personas nos agotan y nos restan. Así que, si es posible, aléjate de esa persona, y si es alguien muy cercano que no se puede evitar, busca que no te arrastre hacia sus tormentas.

2. Las deudas

“Paga tus cuentas a tiempo. Al mismo tiempo cobra a quién te debe o elige dejarlo ir, si ya es imposible cobrarle”. 

Ser responsable con las deudas nos ayuda a estar tranquilos con nosotros mismos y con los demás. Es mejor hacer todo lo que nos sea posible por liberarnos de las deudas y no tener que escondernos o avergonzarnos por no haberlas pagado. 

3. Las promesas pendientes

“Si no has cumplido, pregúntate por qué tienes resistencia. Siempre tienes derecho a cambiar de opinión, a disculparte, a compensar, a re-negociar y a ofrecer otra alternativa hacia una promesa no cumplida; aunque no como costumbre. La forma más fácil de evitar el no cumplir con algo que no quieres hacer, es decir NO desde el principio”.

Ser personas de palabra es una de las cualidades más valoradas en las relaciones interpersonales. Esto, sin duda, es una característica que va más allá porque refleja buenas intenciones y consideración hacia los demás.

4. No escuchar nuestros intereses

"Elimina en lo posible y delega aquellas tareas que no prefieres hacer y dedica tu tiempo a hacer las que sí disfrutas”. 

No se trata de evadir nuestras responsabilidades, pero sí de tener conciencia de que en ocasiones lo mejor es darle la labor a alguien que lo puede hacer mejor o que puede tomar tu lugar cuando no te sientes en las mejores condiciones de hacerlo. Asimismo, esto nos recuerda que es importante realizar las cosas que son verdaderamente significativas en nuestras vidas.

5. No descansar ni actuar

“Date permiso para descansar si estás en un momento que lo necesitas y date permiso para actuar si estás en un momento de oportunidad”. 

Hay diferentes ritmos en el día a día y cada uno de nosotros debemos saber cómo actuar ante ello. Muchas veces no parar cuando lo necesitamos puede ser un gran error, y así mismo, no actuar cuando podemos, puede generarnos futuros arrepentimientos.

6. El desorden

“Tira, levanta y organiza, nada te toma más energía que un espacio desordenado y lleno de cosas del pasado que ya no necesitas”. 

Desde las cosas físicas hasta lo espiritual, es muy importante botar aquello que no necesitamos, dejar atrás todo lo que sea pasado y tomar sólo aquellas cosas que nos permiten organizarnos para vivir bien el presente y cumplir sueños a futuro.

7. No cuidar tu salud

“Da prioridad a tu salud, sin la maquinaria de tu cuerpo trabajando al máximo, no puedes hacer mucho. Tómate algunos descansos”. 

De nada nos sirve tener el mejor trabajo, mucho dinero y los mejores bienes, si no gozamos de buena salud y no cuidamos nuestro cuerpo. Para disfrutar de la vida con las mejores energías, debemos dedicarle un merecido tiempo a nuestro cuerpo para desintoxicarlo, meditar, consentirnos, alimentarnos bien, hacer ejercicios, consultar al médico y hacer todo lo necesario por estar bien de salud.

8. Las situaciones difíciles

“Enfrenta las situaciones tóxicas que estás tolerando, desde rescatar a un amigo o a un familiar, hasta tolerar acciones negativas de una pareja o un grupo; toma la acción necesaria”. 

Enfrentar las situaciones es la manera más saludable de asumir las cosas y no dejar que se conviertan en algo peor. Es importante analizar y decidir a tiempo, ya que posponer o ignorar las cosas nos puede generar estrés, dificultad para enfocarnos y problemas más difíciles de solucionar.

9. No aceptar

“Acepta. No es resignación, pero nada te hace perder más energía que el resistir y pelear contra una situación que no puedes cambiar”. 

Aunque muchos confiamos en que nada es imposible y que la esperanza es lo último que se pierde, en ocasiones la vida nos pone ante situaciones en las que debemos aceptar que no podemos cambiar las cosas y que la única forma será aceptar. Aceptar no quiere decir que debamos dejar de luchar, cuando aceptamos que no podemos cambiar algo, también tenemos la posibilidad de cambiar el plan y buscar nuevas oportunidades.

10. No perdonar

“Perdona, deja ir una situación que te esté causando dolor, siempre puedes elegir dejar el dolor del recuerdo”. 

Una de las fuentes más grandes de energía es el amor y estar conectados a Dios para aprender a perdonar. Es cierto que muchas veces la vida nos pone ante situaciones que nos llenan de ira, de dolor, de rencor y de miedos, que difícilmente podemos superar. Sin embargo, cuando decidimos no alimentar esos sentimientos y empezar a perdonar, todo en nuestra vida mejora y con el tiempo nos damos cuenta que hemos tomado una buena decisión. El odio, el rencor y la ira son sentimientos que no nos aportan nada bueno y nos pueden llevar a tomar malas decisiones.

 

 

En vacaciones disfruta de la lectura con tus hijos

Por LaFamilia.info

Foto: Freepik 

Las vacaciones son un tiempo especialmente propicio para vivir junto a los hijos las maravillas de la lectura. Pero para que sea un tiempo de goce, es necesario que se de como una actividad lúdica y no como una obligación.

El primer paso es quitar de ellos la idea de que leer es aburrido. Simplemente es cuestión de encontrar el libro o la lectura apropiada de acuerdo a sus gustos y edad. Lo cierto es que ninguna razón se resiste frente a las posibilidades de la lectura. Los libros son la puerta del conocimiento y de un mundo de fantasía. Se trata de contagiar estos sentimientos a los chicos para que así ellos comiencen a amar la lectura.

¿Cómo motivarlos?

1. Deja que sea el pequeño quien escoja los libros. Tenga en cuenta su edad, intereses y recientes experiencias del niño (mudanza, vacaciones, visita a sus abuelos, visita al zoológico, etc.)

2. Ten presente el nivel de lectura del niño (pero no exageres en esto). Si un niño puede leerle en voz alta la primera página, es muy posible que pueda leer el libro entero.

3. Debes estar dispuesto(a) a leer y releer el cuento cuantas veces el niño lo pida, pues es obvio que disfruta oír la misma historia con entusiasmo, ritmo y sentimiento, utilizando voces graciosas o sonidos.

4. Busca la participación del niño, haciéndole preguntas acerca de la historia y adivinando lo que pasará luego.

Cómo identificar libros fáciles de leer

- De grandes formatos e impresión clara.

- Páginas con ilustraciones y poco texto.

- Las figuras proveen mucha información acerca del significado de las palabras.

Qué NO hacer cuando leas a tus hijos en voz alta

1. No leas historias que a ti no te gusten.

2. No te pongas demasiado cómodo(a) mientras estés leyendo. ¡Porque es posible que te atrape el sueño!

3. No te sorprendas si tus hijos interrumpen con muchas preguntas. Respóndelas en el momento. No hay apuro.

4. No confundas cantidad con calidad.  Tu hijo recordará diez minutos de la lectura juntos, mucho más que dos horas de televisión.

5. No trates de competir con los móviles o la televisión.

El amor por la lectura es un gran regalo que les podemos dar a los hijos, empecemos desde que son pequeños y verás que se les convertirá en un hábito!

 

Crece el número de personas transexuales arrepentidas tras someterse a tratamientos de transición de género

Por OBSERVATORIO DE BIOETICA UCV|11 julio, 2022|BIOÉTICA PRESSInformesTop NewsTransexualidad

La controversia acerca del abordaje de los casos de disforia de género y las intervenciones de transición de género promovidas desde distintos estamentos, cobra una relevante actualidad tras la aprobación del “Proyecto de Ley Trans” en España, que ha sido evaluado previamente por nuestro Observatorio.

Se han publicado en distintos medios de comunicación dos noticias relevantes y susceptibles de una profunda reflexión acerca de las políticas que se están llevando a cabo por parte de los promotores y defensores de la ley trans, tanto en España como en numerosos países de Europa y América.
Por un lado, el médico psiquiatra Celso Arango, Director del Instituto de Psiquiatría y Salud Mental, y jefe del Servicio de Psiquiatría del Niño y del Adolescente del Hospital Gregorio Marañón, advierte del riesgo que supone empujar a jóvenes confusos hacia una hormonación “irreversible”. El Dr. Arango expone, basándose en su experiencia clínica, la realidad con la que se encuentran los profesionales, que ven como aumentan de forma alarmante  los casos “en los que una persona, por una crisis de personalidad en la adolescencia o por un cuadro de depresión, de autismo, de alto funcionamiento o lo que sea, un día de repente se levanta por la mañana diciendo que es trans, cuando realmente no lo es.”

¿Una moda?

El Dr. Arango establece que entre los que afirman ser trans, la proporción de los que no lo son con respecto a los que sí, es  «de 100 a 1», por lo que no duda en cargar contra el reciente aprobado Proyecto de Ley Trans y advierte del riesgo que supone empujar a jóvenes, que se dejan llevar por lo que califica como «una moda,  hacia este tipo de  tratamientos.

No es esta la primera voz que alerta sobre este grave asunto: desde el Observatorio de Bioética lo venimos haciendo mucho tiempo, exponiendo los dilemas éticos, médicos y psicológicos que conllevan los tratamientos de bloqueo hormonal y transición de género.

Además de las graves consecuencias para las personas que se han sometido a dichos tratamientos, deben añadirse ahora los casos, en número creciente, de arrepentidos que denuncian no haber sido correctamente informados ni tratados durante el proceso, sufriendo sus consecuencias en muchos casos irreversibles.  y posteriormente se han arrepentido.

Paralelamente, otros países están revirtiendo la políticas implementadas hasta ahora en el tratamiento de los casos de disforia de género, adoptando posturas más prudentes que incluyen la necesidad de diagnóstico clínico y seguimiento de todos los casos así como el retraso en el comienzo de las intervenciones de  transición. Se trata de países como FinlandiaSueciaReino Unido o Australia, que ahora ponen el freno a la hora de iniciar la hormonación en menores de edad.

En el caso de Suecia que, siendo el país pionero en las leyes trans y el primero en reconocer la disforia de género en el año 1972, resulta llamativo que ahora se niegue a iniciar tratamientos hormonales en menores, estableciendo, por parte del Ministerio de Sanidad, nuevos protocolos que indican que en el caso de los menores sólo se podrá hacer terapia de hormonación tras la preceptiva revisión por parte del Comité de Bioética Nacional, siempre que el menor no haya tenido una problemática previa de salud mental».

Otro de los países que endurece sus leyes exigiendo una autorización judicial para que los menores de entre 16 y 18 años puedan recibir tratamiento hormonal es Reino Unido, además de Finlandia que cambió sus recomendaciones y dio prioridad a la terapia psicológica para tratar casos de disforia de género. Conviene recordar que la terapia psicológica está prohibida en España, extremo del todo incomprensible. Todo ello, conjugado con un cambio en el modelo clínico, pues, desde hace unos años, no se hormona a un menor hasta que un profesional sanitario constata su madurez emocional.

Estos precedentes deberían bastar para tomar las mismas medidas restrictivas en nuestro país, en el que la ‘ley Trans’ elimina el requisito de contar con informes médicos y psicológicos antes de cambiar el género asignado al nacer, con terapias hormonales, bloqueadores de la pubertad y cirugía genital en su caso, y evitar casos tan dramáticos como el de Ame G una de las pocas jóvenes que ha decidido poner rostro en España a la realidad ‘detrans’, que existe y no es un asunto menor. Otros muchos casos de arrepentidos, víctimas de intervenciones prematuras e imprudentes se han sucedido recientemente en todo el mundo.

Julio Tudela

Nuria Aznar

Observatorio de Bioética

 

La modificación de la normativa en la Ley de la Eutanasia posibilita que terceros soliciten la eutanasia para enfermos que no tienen capacidad de decidir

Por OBSERVATORIO DE BIOETICA UCV|10 junio, 2022|BIOÉTICA PRESSEutanasiaInformesTop News

El pasado 31 de Mayo, fue aprobado el Real Decreto 415/2022 , por el que se modifica el Real Decreto 124/2007, de 2 de febrero, que regula el Registro nacional de instrucciones previas y el correspondiente fichero automatizado de datos de carácter personal, según recoge Diario Médico en un artículo publicado el 1 de junio de 2022, en referencia a la Ley de la Eutanasia en España.

Las novedades que introduce esta modificación hacen referencia a «la información mínima que deben trasladar las comunidades autónomas al Registro nacional, una vez realizada la inscripción de un documento de instrucciones previas». Concretamente se incorpora la prestación de ayuda para morir como materia de la declaración, asegurando la igualdad y calidad de futuras decisiones asistenciales, así como la toma de decisiones respetuosas con la voluntad del enfermo cuando este no tiene ya capacidad para decidir por sí mismo», según recoge la norma.

Este cambio normativo, según asegura Diario Médico “es necesario para que pueda darse una posibilidad que recoge la ley y es que la solicitud de eutanasia la haga una tercera persona, que puede ser un familiar del enfermo o, incluso, su médico, cuando el afectado haya perdido ya su capacidad de decidir, pero dejara registrado con antelación su deseo de que se le practicara la eutanasia. De modo que, de acuerdo con la LORE, esa petición de eutanasia presentada por una tercera persona deberá estar acompañada de la petición que el afectado registró en el documento de instrucciones previas”.

Séptimo país del mundo en legalizar la eutanasia

La Ley Orgánica de Regulación de la Eutanasia, promovida por el Partido Socialista Obrero Español y Unidas Podemos, se aprobó en España por mayoría absoluta el 18 de marzo de 2021, convirtiéndose en el séptimo país del mundo en legalizarla después de Holanda, Bélgica, Luxemburgo, Canadá, Colombia y Nueva Zelanda. Para solicitarla, el afectado debe “sufrir una enfermedad grave e incurable o un padecimiento grave, crónico e imposibilitante” que le cause un “sufrimiento intolerable”. La norma regula tanto la eutanasia propiamente dicha -”administración directa al paciente de una sustancia letal por parte del profesional sanitario competente”- como el suicidio médicamente asistido -”la prescripción o suministro al paciente por parte del profesional sanitario de una sustancia letal, de manera que este se la pueda autoadministrar, para causar su propia muerte”.

Valoración bioética

El testamento vital, o declaración de la voluntad de un paciente referida a la atención que desea recibir al final de su vida, específicamente cuando no pueda ya manifestarla cabalmente, trata de respetar los términos en los que desea ser atendido, cuando su vejez o la fase terminal de una enfermedad lo sitúe en una situación incurable necesitada de atención médica que, siendo a veces agresiva y con escasos resultados, puede ser rechazada por el paciente.

La petición anticipada de eutanasia en un paciente que prevé una fase degenerativa de su enfermedad en el futuro que pudiera causarle un sufrimiento intolerable, entraña dos dificultades bioéticas fundamentales.

Por un lado, la petición de un paciente para que se le aplique la eutanasia o el suicidio asistido debe ser limitada por el rechazo hacia toda forma de homicidio, aún cuando pretende justificarse como alivio de un sufrimiento. La atención paliativa de calidad puede controlar los sufrimientos asociados a las enfermedades incurables, evitando el planteamiento de la supresión del paciente en vez de la supresión o el alivio de sus sufrimientos.

Por otro, el deseo manifestado acerca de una situación futura puede ser modificado por múltiples circunstancias. El haber manifestado el deseo de ser sometido a la eutanasia tiempo antes de que llegue el momento final de su vida, no asegura que la persona siga manteniendo esta misma actitud, por lo que decidir por él cuando él ya no puede expresarse conscientemente, resulta intolerable si se trata de terminar con su vida, basándose en una manifestación previa alejada en el tiempo. La intervención médica, mejor dicho, pseudomédica, de provocar la muerte del paciente, siempre condenable éticamente, resulta más trágica si se aplica bajo el amparo legal que permite realizarla bajo petición del paciente, siendo que esta petición no se formula en el momento de su aplicación sino previamente.

En países como Bélgica esta práctica se ha convertido en habitual, y a muchos pacientes, más de la mitad de los eutanasiados de más de 80 años, se les ha aplicado la eutanasia sin que estos la hubieran pedido.

Si un paciente expresa anticipadamente su voluntad de no ser eutanasiado en ningún caso, deberá respetarse en todo caso cuando no esté en condiciones de decidir porque no implica aplicar una intervención homicida sobre él. Sin embargo, la manifestación previa de un paciente en sentido contrario, recibir la eutanasia, nunca debería considerarse suficiente para su posterior aplicación -como recoge la modificación legal que comentamos- porque no puede descartarse un cambio de actitud en el final de su vida, que entonces no sea capaz de manifestar.

La posibilidad de actuar de modo homicida -eso es la eutanasia- sobre un paciente que al final de su vida, sin poder manifestarlo, no desea que le sea aplicada, aunque se manifestara previamente en sentido contrario, convertiría el homicidio en un asesinato.

El principio de prudencia debería alejar toda tentación de aplicar medidas lesivas e irreversibles en contra de la voluntad clara del paciente en el momento de su aplicación, lo que parece favorecer la pendiente resbaladiza a la que conduce la legalización de prácticas ilícitas como la eutanasia.

Julio Tudela

Observatorio de Bioética

 

Santidad en política

Un verano muy caluroso en julio, como no se recuerda en mucho tiempo. Hay católicos  que aprovechan sus vacaciones para visitar alguna ermita de la Virgen y pedir salud y la paz del mundo. La paz nos preocupa, hartos como estamos de la prolongada guerra en Ucrania (impensable después de la caída de la Unión Soviética).  No se le ve sentido y sí un peligro tremendo. No se apaga el fuego añadiendo más leña. El diálogo político para que esa guerra finalice es necesario; pero parece brillar por su ausencia.

Dijo el Papa Francisco: «Hacer política es importante», y «se puede convertir en un santo haciendo política» ( 2015). Sí, todos los oficios honestos pueden llevar a Dios, y la política es una ocasión privilegiada de poder hacer un bien inmenso a la sociedad. San Pablo VI dijo: «la política es una de las formas más elevadas de la caridad». Ha habido políticos ejemplares e incluso santos; también, en la Europa Moderna y Contemporánea: recordemos, por ejemplo,  a  Gasperi, a Schuman y a  Adenauer; al beato Alberto Marvelli y al beato Giorgio Frassati; a  Giorgio La Pira y a Julius Nyerere.  … El Patrón de políticos y gobernantes es Santo Tomás Moro.  El deber del político es la búsqueda del bien común. Todo político honrado y sensato debe trabajar por la verdad y la justicia; por el respeto a la vida de todos, que incluye al niño nonato; por el bien de la familia y por una educación en valores positivos; también, para que a nadie le falte la vivienda y un trabajo dignos (¿no se deberían pensar en la creación de viviendas sociales?), y para que sea una realidad el respeto a la práctica religiosa.  En cuanto a la fe, hay que tener en cuenta que, en España, el catolicismo es un valor histórico, y se debe proteger. Desgraciadamente, hay políticos que se dicen cristianos y han sepultado los principios:  se retiran con las manos vacías; si no, sucias. Se olvidan de que han de dar cuenta a Dios y de que “ no sólo de pan vive el hombre” ( Mt, 4: 4).

Josefa Romo

 

La transformación del sufrimiento en alegría

La transformación del sufrimiento en alegría comienza ya en esta vida y será definitiva en el cielo. Como lo vive la madre de un niño con cáncer, que se olvida del todo del dolor sufrido cuando ve a su hijo sano y recuperado de su enfermedad y llega a convertir en alegría el llanto por su hijo, ante el anuncio de que el tumor ha sido extirpado. Y si la criatura muere, el dolor de perderlo se convierte en serenidad y gozo de haber dejado a su hijo en las manos de Dios. Alegría es de alguna manera el anuncio de la Resurrección que hace nuevas todas las cosas.

Cuando la enfermedad sigue su curso, el sufrimiento es más difícil de comprender. Con el tiempo se puede alcanzar a comprender, que compartir el dolor ayuda a otras madres y a otros enfermos a vivir su enfermedad; y quizá lleguen a comprender que el mismo Cristo vive el sufrimiento con su hijo, y en la enfermedad lo prepara para la Resurrección.

Juan Pablo II lo dijo con estas palabras: “El misterio de la redención del mundo está arraigado en el sufrimiento de un modo ciertamente grandioso e incomprensible, y el sufrimiento a su vez encuentra en el misterio de la redención su supremo y más seguro punto de referencia”. 

Juan García. 

 

No sufrir

Todos nos hemos encontrado con amigos, conocidos, que tienen muy arraigado en su corazón y en su mente un solo propósito de su vida: ser felices. Y si no es el único fin que ven a su vivir sí es el más importante: todo lo demás que se les ocurra, y que puedan llevar a cabo en este mundo, tiene esa finalidad: ser felices.

Si les preguntamos en qué consiste esa felicidad las respuestas, además de muy variadas nos pueden parecer un tanto superficiales: “pasarlo bien”; “ganar mucho dinero”; “llegar a ser un hombre, una mujer, influyente en la sociedad”; realizar lo “que me dé la gana, sin molestar a los demás”; “tener una buena casa”; “que vaya todo bien en la familia”, “buena salud”, etc.

Y un buen grupo de esas respuestas, incluirán como un corolario necesario: el no sufrir. No sufrir, no solo físicamente, corporalmente, a causa de una enfermedad, un accidente, etc., sino, y sobre todo, moral y espiritualmente: no padecer por los disgustos, o por las situaciones materiales y morales, que puedan originarnos los amigos, los cónyuges, los familiares, los compañeros de trabajo, etc.

En resumen, el “ser feliz” viene a quedarse en “hacer uno lo que le da la gana”, encerrado en un egoísmo radical, que solo piensa en sí mismo y se despreocupa de lo que pueda ocurrir a su alrededor, sencillamente porque ha descartado encontrarse con una realidad que forma parte de la historia del hombre desde su presencia en la tierra: el sufrimiento. 

Pedro García

 

Ante los pobres

La Santa Sede hizo público el pasado junio el Mensaje de la Jornada Mundial de los Pobres, que se celebrará el próximo 13 de noviembre. El Papa Francisco explicaba que, en la tradición cristiana, como hacemos cada domingo en la Eucaristía, ponemos en común nuestras ofrendas para que la comunidad pueda proveer a las necesidades de los más pobres. Esto es algo que los cristianos siempre han realizado con alegría y sentido de responsabilidad para que a ningún hermano le falte lo necesario. Tenemos el ejemplo de muchas familias que han abierto las puertas de sus casas para acoger a millones de refugiados de las guerras en Oriente Medio, en África central y ahora en Ucrania, cuando parecía que sacábamos la cabeza de la la grave situación vivida con la pandemia.

Jesús Martínez Madrid

Si es cierto han acabado con el ser humano

                                Confieso haber llorado viendo la película, “en dibujos animados”, “Rebelión en la Granja”; hace muchos años y era yo muy joven; mucho después y en un viaje de negocios, vi en Madrid, otra película trágica, “Odisea en el Espacio” y después, ya en mi madurez, leí el libro “1984” de George Orwell; (autor igualmente del libro Rebelión en la Granja); amén de bastantes noticias, sobre, “el avance de los ordenadores o de la ordenadomanía que digo yo”; donde la idiotez de los, “desinformativos o medios, indudablemente dirigidos por el poder que hay en la sombra y que es el verdadero amo de todo lo que se mueve en este planeta”; se nos ha ido mentalizando en que íbamos hacia un progreso incalculable, cuando la realidad es que hemos terminado, “dirigidos muy deprisa pero para llegar a ninguna parte”; que es donde nos tienen ahora mismo y sujetos, “con las mejores cadenas que ha logrado el poder; que como siempre, es el que al final, se queda con las mejores armas con que de siempre, ha dominado, a ese mono humano que en realidad somos todos.

                                Y esa dominación ya es completa, puesto que nos dominan “en cuerpo y alma”; y es quizá (“o sin quizá”) el por qué el suicidio, se va convirtiendo o ya ha llegado a ser, la “más mortífera enfermedad que ha padecido el mono humano a lo largo de toda su existencia”; puesto que si se llega a la conclusión de… ¿vivir para qué? Ello debe ser terrible en el ser sensible que piensa “el porqué de las cosas”.

                                Veamos y meditemos sobre lo que he copiado, en la dirección que también les dejo, por si les interesa leer el resto de la noticia.

                                “Un análisis del New York Times de más de 100.000 documentos de licitación del gobierno, encontró que la ambición de China de recopilar datos digitales y biológicos de sus ciudadanos es más expansiva e invasiva de lo que se sabía anteriormente. Los más de 1400 millones de habitantes de China están bajo vigilancia constante. Las cámaras de policía (omnipresentes, en las esquinas de las calles, el techo del metro, los vestíbulos de hoteles y los edificios de apartamentos) los graban. Sus teléfonos son rastreados, sus compras monitoreadas y sus mensajes en línea, censurados. Ahora, hasta su futuro está siendo vigilado. El Times  Una selección semanal de historias en español que no encontrarás en ningún otro sitio, con eñes y acentos. Get it sent to your inbox. La última generación de tecnología indaga en las enormes cantidades de datos recabados sobre sus actividades diarias para encontrar patrones y aberraciones, con la promesa de predecir delitos o protestas antes de que se produzcan. Se centra en aquellos a los que el gobierno chino considera alborotadores en potencia, no solo los que tienen un pasado delictivo, sino también los grupos vulnerables, como las minorías étnicas, los trabajadores inmigrantes y los que tienen un historial de enfermedades mentales.

Dicha tecnología puede alertar a la policía si una víctima de un fraude intenta viajar a Pekín, para solicitarle el pago al gobierno o si un consumidor de drogas hace demasiadas llamadas al mismo número. También puede notificar a las autoridades cada vez que una persona con antecedentes de enfermedad mental se acerque a una escuela”. https://wiki-blues.blogspot.com/ (10-07-2022).

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             La realidad que yo veo o intuyo con profundidad, es una, una sola; la del individuo que ha dedicado su vida a llegar a “un poder, ni soñado por él mismo”; y ha llegado a contagiarse a sí mismo, de sus insaciables ansias de poder; y como desde ese pedestal en que se encuentra, se considera libre de todo miedo, sin ninguna responsabilidad ante el mundo que le dio vida, y con el desprecio total a todo congénere sea de la condición que sea; pues ha llegado a esa creencia (que debe ser terrible) de considerarse como un elegido de la Creación, o sea como un nuevo dios terrestre, que quiere remodelar el planeta, según tenga él pensado y que ni sabemos sus propios fines, que como ya “loco de atar”, bullen en su caletre para desgracia de la Humanidad.

          Así es que lo que nos espera, son desastres aún peores de los que ya hemos padecido los aún vivos, o antepasados más lejanos, que sufrieron el poder, de aquellos caudillos, que sin solucionar nada definitivo, pasaron a la historia del “mono humano”, sobre montones de cadáveres, que es lo único que dejaron tras de sí, para enseñanzas a las nuevas generaciones, que a la vista está, no han aprendido nada, puesto que siguen “brotando, los caudillos, salvadores y profetas; que al final son destructivos como los demás lo fueron”.

 

Antonio García Fuentes

(Escritor y filósofo)

www.jaen-ciudad.es (Aquí mucho más)